miércoles, 5 de noviembre de 2008

MICHAEL CRIPTON

Esta mañana me he quedado de piedra al saber que había muerto Michael Cripton. La verdad que Cripton era un hombre curioso. Para empezar medía más de dos metros, era médico de carrera, pero no ejerció mucho y, según decía, se levantaba a las 4 de la mañana para empezar a escribir.
Como digo, empezo trabajando de médico en Nueva York, pero pronto se mudó a los Ángeles para dedicarse a escribir. Fue un tipo que hacía un poco de todo, aparte de escribir, era un aventurero, guionista (escribió, entre otros, el guión y la novela de parque jurásico) y hasta dirigió tres o cuatro pelis, que no están nada mal. Sus libros, esto lo sabe todo el mundo, eran adictivos hasta más no poder, aunque un poco repetitivos a veces, ya que muchas veces trataban de un grupo de científicos ( los mejores en su campo) que se veían ante un situación extraordinaria.
Como cineasta, que yo sepa, dirigió: asalto al tren, runaway y westworld... esta última es la que más me gusta y la que tengo más fresca. Como peli de ciencia ficción es realmente buena y original. La recuperé por un libro que me regaló mi amiga Valentina, un libro precioso de pósters de pelis de ciencia-ficción, que da gusto ver y que trae esta peli. Recuerdo que la tenía Pepe y me la grabó.
Como aventurero contaba una anécdota graciosa que, en una ocasión en el caribe, fue con un amigo a bucear. El amigo lo metió en una corriente submarina que los llevaba ,sin necesidad de que tubieran que bucear, a través de un banco de tiburones. Contaba que pasaban junto a ellos y los bichos ni se inmutaban. Tan chula fue la experiencia que, al día siguiente, Cripton llamó al amigo para hacerlo de nuevo, pero este no podía. Entonces decidió hacerlo solo. Se metió en el agua, localizó la corriente y fue llevado hasta el banco de tiburones. Lo que pasa que, como no conocía bien esas aguas, perdió la corriente y la propulsión que le proporcionaba, y se quedó barado en medio del banco de tiburones. Recuerdo que describía el tremendo terror que había sentido en aquel momento al darse cuenta en la situación en la que se encontraba. Al final no pasó nada, pudo salir nadando y los bichos ni se dieron cuenta.
En fin, descanse en paz Michael Cripton y muchas gracias por las horas de entretenimiento que sus libros y sus pelis me proporcionaron.