Quizá el director con el que más me identifico hoy en día es Robert Rodríguez, sobre por su forma de hacerlo todo en plan casero y de manera poco ortodoxa.
Ya hace unos años que Rodríguez se montó en el garaje de su casa un estudio de edición de audio y vídeo que sería para quedarse a vivir allí.
Tener algo así sería el sueño de mi vida, así que podéis mandarme 20 € a mi dirección postal para ir haciendo bote.
A los hombres les daré un apretón de mano y a las mujeres un dulce mordisco en el cuello.
Os quiero a todos.